lunes, 24 de septiembre de 2018

Deleite musical en un rincón de la Armuña

En la Armuña el sábado por la tarde se tornó mágico gracias a la iniciativa de Fernando y la virtuosidad de Marcos Martín Martín. Un reducido número de personas, entre las cuales tuve el privilegio de encontrarme, disfrutamos de un concierto de guitarra privado. En un encantador pueblo de la Armuña, de esos en los que el autóctono está abocado a la extinción. De Pedrosillo el Ralo nos acogieron las paredes de piedra y adobe, portales de la zona, puertas y ventanas de madera que conviven con nuevas viviendas de verano o de fin de semana, en su mayor parte. 
El concierto fue en un acogedor espacio, mientras caía una calurosa tarde de este cálido final de verano, sobre una verde pradera. Un olivo centenario y acompañando al interprete un alto pero joven nogal en el centro del espacio. 
Por si fuera poco tener el privilegio de oír de cerca a un profesor con gran soltura en la guitarra y hasta poder tocarle si queríamos, tuvimos la gran ventaja de verle con su guitarra del Renacimiento de seis cuerdas haciendo sonar composiciones de la época. Acompañando a dichas interpretaciones nos enriquecimos con  la pedagogía de Marcos Martín, que nos regaló unas lecciones de la historia de la música, cuyos protagonistas son Fernando Sor y Dionisio Aguado, dos amigos en Paris. Así quiso titular su recital el gran Marcos Martín Martín, quien durante aproximadamente dos horas y media nos hizo disfrutar de creaciones de ambos compositores con la guitarra renacentistas y ya con su guitarra española actual, de otras piezas más conocidas.







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