martes, 22 de marzo de 2022

Triste y grande pérdida de patrimonio en Villoruela

Estos días se está viviendo en Villoruela un acontecimiento que hace temblar los principios de muchas cuestiones, empezando por la tan cacareada España vaciada. Quiero utilizar este soporte para verter mi opinión. Desahogarme en estas líneas de forma moderada porque el tema requeriría incluso mucha más agresividad de la que voy a utilizar en estas frases.

En una localidad de cerca de mil habitantes, creo que ahora no llega a los 800, pero aun así, considero que Villoruela es uno de los pueblos grandes de la provincia, al menos de la comarca, que en su tiempo tuvo su apogeo con la mimbre, está sucediendo, o bien ya ha sucedido el cierre de un monasterio con más de medio milenio de antigüedad.


Lo más lamentable no es que una comunidad de monjas haya decidido su traslado a otro lugar, sino que nadie está haciendo nada porque se mantenga en pie un edificio que tiene una historia que, al menos se sabe, que comienza en 1495, cuando dos vecinos de Villoruela deciden erigir una iglesia. Esta iglesia, unos años mas tarde formaría parte de una nueva comunidad de monjas que celebró su última misa el pasado sábado. Este templo, ayer fue completamente vaciado, a excepción de un retablo que se quedará la Diócesis de Salamanca. Pude visitar personalmente esta instalación y ver  cómo sacaban de este templo tablas del retablo principal, posteriormente iban a extraer el lateral izquierdo. Off the record me comentaron varias cosas como que tras el retablo principal aparecieron unas pinturas. 

Al salir de Villoruela, continué con mi trabajo y sin ser consciente de ello durante todo el día tuve tal malestar en el cuerpo y nerviosismo que achaqué a, haber sido testigo de uno de esos sucesos que están agudizando la muerte del medio rural. Entiendo que estas son propiedades privadas, en este caso de una congregación, pero también comprendo que se podría haber hecho algo por mantener patrimonio en esta localidad, y es más, considero que ahora aún se puede hacer por mantener en pie un edificio, un recinto con gran historia que sin lugar a dudas, incrementa la riqueza de este pueblo y que dejar caer y arruinarse este recinto es perder un recurso muy válido, aunque sea con otra funcionalidad y ya sin los elementos que han pasado a otra provincia en otra comunidad autónoma e incluso hablando de Iglesia, otra Diócesis. No sirve culpar a las religiosas que no han querido abandonar las instalaciones sin dejar en peligro su patrimonio abandonado en un recinto que ellas ya no van a utilizar. Tampoco sirve culpar a autoridades que pudieran o pueden mediar para mantener en la villa un recurso con gran historia. Tampoco es de utilidad culpar la impasividad del habitante, ciudadano de la zona que guarda silencio, sin manifestar su disconformidad con está gran pérdida. 


Quizá la mano privada rescate de la ruina este recinto y la casa del capellán, que hacen parte del patrimonio de la que fuera la comunidad de Villoruela. Ojalá así sea, ya que públicamente no parece haber reacción.


No me gusta el término España vaciada, pero con este suceso, considero que este es un caso de Villoruela vaciada de un patrimonio grande que, si nadie media en poco tiempo, quedará en solar, porque quienes se van, dejan las goteras sin arreglar y de ahí a que empiecen a caerse los muros de adobe y piedra no restará mucho tiempo.


martes, 15 de marzo de 2022

La excusa necesaria para eliminar a Putín

Estos días estamos viviendo otro episodio que pasará a la historia. La invasión de Ucrania por parte de Rusia es una realidad que puede tener muchas lecturas. En estas líneas voy a ofrecer mi opinión, a sabiendas de que en este asunto son otros expertos los que están más autorizados a ofrecer información, pues en estos momentos recibimos abundantes comunicaciones, entre las cuales pueden haber falsos testimonios o manipulaciones.


Al principio, Rusia decía que estaban realizando algo similar a entrenamientos militares en su territorio cercano a Ucrania, e incluso creo haber leído o escuchado que el propio Putin o representantes del gobierno ruso, aseguraban que no iban a invadir Ucrania. 

Antes del 24 de febrero fueron abundantes los encuentros entre grandes mandatarios, sobre todo con el señor Vladimir Putin. Me llamó la atención que el mensaje más premonitorio fue el del presidente de los Estados Unidos, era el que más claro tenía lo que iba a pasar.


Por otro lado, a mucha gente no se le ha escapado un detalle. Parece ser que Rusia y China venían almacenando cereales al menos desde hace uno o dos años. Hubo quien me dijo que venía algo fuerte. 

Desde el momento en el que Rusia empezó a disparar contra Ucrania, los precios, en principio, de combustibles están elevándose. Esta semana estamos viviendo la escasez de aceite de girasol, quizá en estos promovida por la alarma creada al dar a conocer que Ucrania es un gran productor de aceite de girasol. También lo es el trigo. Sus precios también se elevaron pasando por ejemplo de un día a otro a subir más de cincuenta céntimos el litro, cuando ese mismo producto no hace mucho tiempo tenía un precio venta al público no superior a un euro.


Al hilo de esos mensajes mandados por mandatarios mundiales, destaco la coherencia del mensaje del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien según informaciones publicadas el uno de marzo, había trasmitido por teléfono a Putin su "firme apoyo", y esta misma semana, según informaciones del lunes 8 de marzo, veia bonitas las banderas de Estados Unidos junto a las de Venezuela, tras darse a conocer que  la Camara Petrolera de Venezuela puede aumentar la producción para reemplazar el crudo ruso.


Personalmente pienso que este cambio tan radical por parte del presidente venezolano se debe a algo que muy bien simplifica el refrán que dice: cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar.  Pues bajo mi punto de vista esta invasión a Ucrania puede que sea la excusa necesaria para la eliminación de Putín.

 

Habrá que ver como evoluciona todo, hasta que punto aguantan en esta relativa pasividad países como Alemania, viendo como el peligro se aproxima a sus fronteras y si Rusia se conforma con la invasión de Ucrania o después de este país les quedan ganas de seguir atacando otros territorios. Es evidente que cualquier movimiento, acción e incluso palabra puede ser decisiva. Ningún país quiere incrementar la tensión porque no saben si actuar va a ser peor, es decir, si es peor el remedio que la enfermedad.


En fin esta es mi modesta opinión, con el ánimo también de dejar en este medio una pincelada de lo que pasa estos días bajo mi punto de vista.


Triste y grande pérdida de patrimonio en Villoruela

Estos días se está viviendo en Villoruela un acontecimiento que hace temblar los principios de muchas cuestiones, empezando por la tan caca...