sábado, 5 de mayo de 2018

Una obra que nos ayuda a comprender a quienes sufren En Alquiler

Después de ver actuar a Verónica Pallini poniendo en escena la obra En Alquiler en su sala Porta 4, situada en el número 4 de la calle de la Iglesia de Barcelona, son muchas las cosas que me pasan por la cabeza. Quizá sea porque el teatro me hace pensar o porque ver a una persona dando expresión a tantas emociones en tan corto espacio de tiempo (aproximadamente una hora que se hace corta), sea un acicate que nos hace reaccionar en un mundo tan lleno de analgésicos, anestesias, sedantes y otra serie de medicamentos que callan los dolores y neutralizan las consecuencias de los problemas que nos acucian. Uno de esos quebraderos de cabeza de ahora y de hace tiempo es el de afrontar los gastos de la vivienda, sobre todo si vivimos de alquiler.  He de decir que asistí como público a la sesión de un domingo por la tarde, en una oscura sala cuyo aforo de medio centenar de personas estaba casi completo.
El público, de variada edad y distintas características, amable y discreto, contribuyó con esta elegancia y participación a que el éxito de esta representación fuera mayor. Pienso que si la obra funciona, las reacciones acompañan y a mi modo de ver, puedo decir que las emociones que despertó la obra fueron variadas e intensas. Hubo lugar a mucha angustia, variadas risas y alguna lágrima. Pues esas Victorias encarnadas por Verónica Pallini hicieron contagiar al público de sus profundidades. La actriz hacía las veces de una mujer argentina que se muestra luchadora por su derecho a la vivienda en un tiempo pasado. Pallini también dio vida a una mujer más actual que sufre la inmediata pérdida de su vivienda en alquiler por la llegada de unos nuevos propietarios que adquieren el inmueble y prefieren tener inquilinos con mayor poder adquisitivo.
Esta obra de teatro tiene muchas ventajas para quien disfruta de la experiencia de asistir a la misma. Nos hace ponernos en la piel de personas que lo pasan mal. El teatro nos hace movernos de nuestro espacio de confort y experimentar nuevas sensaciones, algunas de las cuales ya conocíamos, lo que hace incrementar el grado de empatía con la obra o el personaje. En este caso, al tratarse de un tema de candente actualidad, son muchas las personas con las que puedes sentirte identificado como espectador. El problema de los alquileres toca a muchas personas. Esta obra tiene este tamiz social de querer poner un altavoz a una situación bárbara, que requiere concienciación de la ciudadanía y de las entidades sociales para ser paliada, al menos porque hay un derecho en la Constitución que vela por una vivienda digna para todos los ciudadanos.





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