Curisosamente en varias conversaciones me he topado con la duda de la sospecha: ¿el virus es fortuito o fue creado?, es decir, la gente se pregunta cómo se ha generado esta pandemia.
No se si se puede opinar al respecto, pero algo que creó cierta sospecha en algún momento fueron las compras millonarias de material sanitario, respiradores,.. que hicieron a China países como España.
Da que pensar el que los Estados Unidos esté siendo el país con datos más grandes o que estos se ofrezcan como tal, después Italia y España. Los datos minuciosos no se ofrecen, se dan datos generales y en ocasiones se han evidenciado dudas de sospechas o de casos sin confirmar por falta de pruebas. Es decir, en pueblos donde ha fallecido tal personas pero no se ha hecho la prueba o tal. Se dan datos genéricos, quizá necesariamente, pero que no se sabe si en todos los países se extraen mediante los mismos patrones.
Casualmente, cuando comenzó el estado de alarma en España me hizo pensar que esto parece una especie de simulacro para una posible guerra o ataque químico, bacteriológico o de otra índole. Estas sospechas quizá no proceden en este momento, porque es necesario centrarse en lo esencial, que es evitar la extensión del virus y más muertes. La lucha sanitaria es esencial y quizá crear dudas no sea lo más conveniente, pero tenemos derecho a pensar. En todo caso esta situación nos ayudará a que estemos preparados para futuras posibles situaciones análogas.
La libertad de expresión y opinión que en cierto modo se está intentando evitar aflorar, choca con la creación de información nefasta y enfrentamientos que pueden ser escenario de la segunda parte de esta historia. Los políticos, en España, ya van divergiendo en opiniones y no están tan de acuerdo como al principio del estado de alarma.
Después, cuando la situación sanitaria se estabilice, normalice y se pueda atender con mayor seguridad a los pacientes con los recursos existentes, empezarán a surgir las reacciones. Tantas muertes y tantas horas de paro de actividad, tanto cese de trabajo y de falta de ingresos serán motivo de cuestiones, de querer buscar responsabilidades o preguntarse los porqués. No se sabe cómo van a reaccionar las naciones, las gentes, porque ahora la preocupación sanitaria copa las prioridades, además aún no se están sufriendo consecuencias económicas, porque es demasiado pronto, pero a medida que pase el tiempo irán surgiendo o agudizándose las tensiones.
Por otro lado, bajo mi punto de vista los productos básicos subirán de precio sobre todo los de alimentación y bajarán los precios de viviendas e inmuebles así como los alquileres. Se producirá una especie de reajuste que debería haberse ejecutado mucho antes en el tiempo, porque en el mercado inmobiliario no parece que se cumpliera con la tradicional ley de oferta y demanda, por la que a mayor oferta menor precio o quizá sí, solo opino desde mi humilde ignorancia. Ya antes de todo este nefasto suceso vivíamos en una situación de prosperidad ficticia de ahí que el efecto de la crisis pueda ser más fuerte, pues nos hemos ido olvidando de alas recomendaciones de nuestros abuelos que tanto nos aconsejaban ahorrar.
Estas líneas responden a una opinión, pensamientos diversos sin contrastar oficial, ni estadística, ni científicamente, es decir, simplemente es una forma de expresión.