Estrenamos un tiempo que debería ser consagrado a la cercanía, es decir, a evitar el ahorro en huella de carbono, pero sobre todo al disfrute de lo que nos rodea. Tenemos cerca innumerables elementos que se prestan a ser conocidos, valorados y sobre todo apreciados.
Este tiempo de estado de alarma nos ha obligado a estar en casa más tiempo, conociendo el hogar y empapándonos de todo lo que tenemos en casa, así como de las personas que nos rodean. Poco a poco se quieren abrir las limitaciones, primero a nivel familiar, luego local, provincial,..
Pienso y opino que es nuestra responsabilidad evitar hacer viajes limitarlos al máximo a partir de ahora. El año pasado viajé a Marruecos en avión, y en el vuelo pensaba el derroche que hacemos de combustible con estos desplazamientos innecesarios, solamente por placer. No digo que hacer un viaje en avión cada cierto número de años no sea algo positivo, pero si considero nefasto un continuo trajín y desenfreno de viajes al que ya estábamos habituados. Otra cosa es quienes residen en las islas, estos casos son excepciones, pero si pienso que debemos pensar de vez en cuando en el medio ambiente y las consecuencias que acarrean nuestros comportamientos.
Conversar con cualquiera y decir que habías estado visitando tu propio pueblo, o un pueblo de tu provincia, o de cercanía, parecía que estabas comentando que no habías salido, porque con quien hablabas cuanto menos había estado en otro país, e incluso en otro continente. De hecho se había extendido la afición a coleccionar destinos internacionales, de los que muchas personas presumen en sus redes sociales, aunque sólo sea llegar a París y fotografiarse junto a la torre Eiffel y regresar al día siguiente a casa. Algo totalmente absurdo, porque lo realmente importante es disfrutar del lugar que se visita, conocerlo, empaparse de su cultura y respetar los valores que allí se predican, para después poderlos compartir donde habitualmente vivimos, eso sí, si realmente después estamos en el lugar en el que habitamos.
Se había extendido esa forma de residir en un lugar, trabajar en otro, veranear en otro, y pasar el tiempo libre en otro. De forma, que muchas personas parece que están conociendo ahora el sitio en el que viven.
Es tiempo de centrarse, detenerse, poner un ojo en el cuidado a la naturaleza y vivir cuanto nos rodea, apreciar a las personas que tenemos cerca y beneficiar a la comunidad, comprar cerca de casa, consumir productos de cercanía y de temporada, intentar disfrutar de los placeres del entorno y recursos turísticos de nuestra tierra, provincia, región,.. y nuestro país.